sobre los días que pasan

  Y se levanta con la misma ropa del día anterior, cuando llegó en casa, no tuvo más ánimos por completar la rutina del día, lavarse los dientes, cambiarse la ropa, y los ojos se le cerraban. Y se acostó en la cama, y la noche pasó como un ratico, y los sueños pasaron como realidades muy concretas. Ahora no recuerda qué soñó... se levantó pensando en una meta clara que se fue desvaneciendo con el transcurso de la mañana, los pensamientos sobre la gente la distraen, ella no entiende y queda trabada en mares de incomprensión, la naturaleza de lo que los otros le muestran, no es transparencia.

Se entera que por causa de un tránsito infernal, un subgrupo de un grupo, se queda por fuera de un evento, y ella concluye que es el egoismo de la acción lo que hizo que las cosas no fluyeran. Hay una obra de teatro, y no es divulgada entre las personas que podrían interesarse, no hay apoyo, no hay interes, sólo egoismo... el universo los detiene.

Sale a caminar, se queda pensando en cómo ellos no lo vieron, la gente lo llama sobrevivencia, reserva, pero es pura soberbia y mesquino egoismo, se queda pensando en cómo es posible que la gente no acepte que está mal no dar castigos ejemplares, a los malos nunca se les hace nada y como son psicópatas no se les da nada, nada aprenden y se afirman sólo en su maldad y falta de entendimiento. Por qué la gente buena tiene que ser tonta? por qué pensar en amar significa permitir todo? Menos que eso, es falta de responsabilidad, amar y amar con disciplina cuesta, porque las propias flaquezas no tienen cabida.

Ahora se queda viendo el cansancio que le produce todo eso, le lleva toda la energía, y el mal se rie a carcajadas desde su silla en la esquina.

Pero tal vez parece un exagero, y me cuenta que yo debería traducirle todas sus histórias en está lengua exterior y extraña. Yo le digo que lo voy a pensar. Tenemos qe ponernos de acuerdo para ser felices y no enfermarlo a él, la nave, el cuerpo.