Ninguna mirada seria me conmueve, que son cristalizaciones diamantinas, cristalozas de simples ideas...
qué más da el que mira si conocer, el que golpea irremediablemente con sus ojos insinuando que por ahí se asoma un alma;
Qué más da la mirada compungida del que finge y se lo cree;
Esas miradas que idolatran;
Miradas profundas que tan solo realzan la materialidad del ojo;
Miradas convencionales, preestablecidas, impuestas, miradas para cada ocasión;
La mirada del que no quiere ver, del que no vé y se acostumbra.
Por ahora,
Qué más da la mirada compungida del que finge y se lo cree;
Esas miradas que idolatran;
Miradas profundas que tan solo realzan la materialidad del ojo;
Miradas convencionales, preestablecidas, impuestas, miradas para cada ocasión;
La mirada del que no quiere ver, del que no vé y se acostumbra.
Por ahora,
si no hay nada,
Me quedo con el ojo inexpresivo y sin adornos,
Me quedo con el ojo inexpresivo y sin adornos,
me quedo con el ojo del abstraído,
del lector,
del que observa sin derramar sus pensamientos con "miradas",
Me quedo con el ojo del que está atento.
Me quedo con el ojo del que está atento.
Mientras tanto, busco en mí o en otro,
Ojos como estrellas que alumbren en medio de la nube densa,
Ojos hermosos que no digan nada,
Que no torturen,
Como un atardecer hermoso...
Ojos como estrellas que alumbren en medio de la nube densa,
Ojos hermosos que no digan nada,
Que no torturen,
Como un atardecer hermoso...
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